9 de noviembre de 2008

Hay maneras y maneras

Hoy me apetece quejarme un poquillo. Pero no se muy bien como hacerlo porque no quiero entrar mucho en detalles (no es que yo tenga mucho público, pero nunca sabes quien lo puede leer...). A ver que sale.

El caso es que "yo" tengo un negocio, es decir, que ofrezco un servicio a clientes. Vale. Y entiendo que esos clientes tienen todo el derecho del mundo a quejarse si algo falla en el servicio que ofrezco. Pero también doy por hecho que el dar un mal servicio no da derecho a nadie a venir y faltarme al respeto.

Es que estoy un poco caliente con el temita. Pero es algo que estoy más que harta de discutir con un montón de gente. No es tan difícil ser educados. Encima mi trabajo, de alguna manera, es "dar la cara" (más bien lo oreja :P) y muchas veces tengo que cargar yo con los fallos de mis compis, y en otras ocasiones míos propios. Pero no queda otra, apechugas y a esperar a que pase. Lo que nunca he entendido es la gente que se cree con derecho a decirte de todo por cometer un fallo. Pero lo que más me revienta es la gente que lo justifica diciendo: "bueno, es que eso lo hacemos todos. Todos alguna vez nos hemos acordado de algún familiar de la teleoperadora de Telefónica (o de dónde sea) injustamente". Dos cositas. Una: todos no. Puedo llamar y quejarme enérgicamente pero con toda la educación del mundo. Pues no me habré peleado yo veces con los del ADSL y nunca les he faltado. Y dos: que lo haga la mayoría de la gente no significa que eso esté bien hecho. Vamos, creo yo.

Y nada... Que en 2 días ya no me acordaré de esto y me reiré incluso, pero es que me fastidia muchísimo. Y en este momento me apetecía soltarlo.